Donde la decadencia
respira vida
Semillas para
un futuro
Un curso para conocer
la biodiversidad de
nuestros bosques
por Vanessa Crooks
A través de un curso de dendrología, el estudio de la taxonomía de plantas leñosas en ausencia de flores o frutos, dos expertos en diversidad forestal buscan dejar un legado de conocimiento para futuras generaciones.
Herramientas como iNaturalist, PlantSnap y otras que utilizan inteligencia artificial (AI) ofrecen la capacidad de identificar plantas y árboles a partir de una foto. Pero ¿qué tan preciso puede resultar, cuando hay tantos detalles que distinguen a cada especie?
Hay mucho que analizar para poder identificar una planta o árbol: por ejemplo, la forma y borde de la hoja, cómo se ve la hoja por la parte inferior, la disposición de las hojas en referencia al tallo, sus nervios o venas, la textura, el olor, color, grosor, y mucho más.
Diferenciar cada especie contribuye a llevar un registro preciso de la biodiversidad de los bosques y cómo va cambiando, lo cual permite comprender un poco más la dinámica de los bosques. Solo en Panamá hay alrededor de 224 familias de plantas, que hasta el 2004 sumaban 8,582 especies de plantas vasculares, y hoy en dia podrían estar alrededor de 10,000.
Por esto, la habilidad de identificar y clasificar plantas conlleva mucha práctica y estudio. En el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) en Panamá, los técnicos de investigación científica de ForestGEO Salomón Aguilar y Rolando Pérez son los expertos a quienes acudir, tanto para identificar especies como para aprender lo que se necesita para desarrollar esta habilidad.
“Este es un proceso que a veces no se comprende, lo que cuesta entrenar a una persona en la metodología,” dice Pérez. “Eso no es cuestión de un día, es de años.”
“El trabajo en campo es el que produce la metodología,” dice Aguilar. “Muchos se guían estrictamente por lo que dicen los libros, pero el campo ofrece mucho que no está en los libros. Lo que está en los libros realmente sale de la práctica en campo.”
Ambos trabajan con STRI desde 1985 y 1986 respectivamente; comenzaron sus carreras trabajando junto a los científicos de STRI Robin Foster y Stephen Hubbell, quienes establecieron la parcela de 50 hectáreas, una parcela de monitoreo forestal en Isla Barro Colorado, en 1981. En esta parcela se realiza un proyecto de monitoreo a largo plazo, el censo de árboles que se lleva a cabo cada cinco años, el cual aporta conocimiento invaluable sobre ecología, taxonomía y dinámica de bosques.
Pérez y Aguilar han estado a cargo de la dirección y supervisión de estos censos desde 1995. También han realizado estudios florísticos en muchos lugares de Panamá, y entre sus recolecciones botánicas se encuentran registros de algunas especies de árboles nuevas para la flora del país.
Con casi 40 años de trabajo de la mano de Foster y Hubbell y otros, como el investigador asociado de STRI Richard Condit y la botánica panameña y científica de STRI Mireya Correa (Q.E.P.D), Pérez y Aguilar han acumulado valiosos conocimientos y experiencia de cómo identificar plantas, y qué nos dicen estas de los bosques.
Por esta razón decidieron crear un curso de dendrología. La dendrología es una subcategoría de la botánica especializada en la caracterización e identificación de plantas leñosas o plantas arbóreas, que incluyen árboles, arbustos y lianas.
El grupo del curso de dendrología visitó un sendero en Altos de Campana, en Panamá Oeste, para estudiar las especies presentes en las áreas montanas del país.
Crédito: Jorge Alemán, STRI
“Antes había dos ramas bien marcadas de la taxonomía: los taxónomos-taxónomos y los taxónomos-dendrólogos,” explica Pérez. “Robin Foster no era taxónomo, era ecólogo, pero se había dedicado tanto a la identificación de plantas, que se le respetaba. Y había taxónomos tradicionales como Mireya Correa, que, si no tiene las flores o los frutos de la planta, no se puede identificar, se tiene que ir a una clave o libro, comparar con el herbario. Eran como las dos tendencias, y nosotros crecimos en la tradicional. Pero cuando conocimos a Robin, él nos dijo ‘sí se puede’. Poco a poco se estaba dejando de lado el mito de que solo con flores y frutos se puede identificar especies.”
El doctor Robin Foster le atribuía gran importancia a la identificación precisa de especies para la ecología, y catalogó exhaustivamente las plantas de BCI. Cuando él y Hubbell crearon la parcela de 50 hectáreas, también establecieron un método estándar para realizar censos de bosques, el cual se utiliza en todas las parcelas en Panamá y de ForestGEO, la red global de observación de bosques que se encuentra ahora en más de 78 sitios en el mundo a lo largo de América, Asia, África, Oceanía y Europa.
Como parte de ForestGEO, Pérez y Aguilar han tenido la oportunidad de visitar y ayudar a establecer estos sitios en diferentes bosques del mundo, y de entrenar a cientos de estudiantes, técnicos, biólogos y ecólogos, a implementar este método de medición de árboles. Pero una parte importante del método es la identificación de cada especie que se mide. Por esto la importancia de un curso de dendrología.
“La idea del curso se originó de que, para ForestGEO, lo más difícil y lo más importante para poder tener data de campo es tener buena identificación de campo,” dice Pérez. “Y ese ha sido el reto, porque la diversidad de los bosques tropicales es tan grande que hay pocos botánicos que pueden identificar y contribuir a tener data sólida y rápida.”
Desde el 2005 cuentan con David Mitre como gerente de investigación. Además de recibir el entrenamiento en identificación de plantas, y participar en los censos de la parcela, Mitre ha ayudado a optimizar los procesos de recolección de data en toda la red de ForestGEO, entrenar a nuevos miembros del equipo, y compartir la metodología en parcelas de ForestGEO alrededor del mundo. Pérez y Aguilar le sugirieron a Stuart Davies, director de ForestGEO y científico de STRI, de que Mitre sería un buen candidato para reemplazarlos.
“Ya que Salomón y yo estamos cerca de la edad de retiro, propusimos a Stuart hacer un curso, para dejarle a ForestGEO un equipo entrenado,” dice Pérez. “Hasta el momento no ha habido necesidad, porque vienen de ForestGEO y nos dicen ‘necesito a alguien que pueda identificar plantas’. Pero siempre hemos tratado de tener cursos, principalmente para los que trabajan con nosotros. La gente de Agua Salud, los del laboratorio de ecología forestal de Helene Muller-Landau, todos han sido entrenados por nosotros. Hemos sido como una universidad.”
“Pero hay que pensar en el personal, porque ya algunos nos estamos haciendo viejos y esto es un trabajo muy fuerte,” agrega. “Además, hay que darles oportunidad a los jóvenes, y hay que entrenarlos.”
Davies accedió a que se hiciera un curso o taller de identificación de árboles, enfocado a personal técnico de ForestGEO y miembros de la comunidad técnica y científica de STRI. Sin embargo, sugirió que se abrieran algunos cupos para estudiantes universitarios.
La convocatoria se anunció por las redes sociales de STRI; los estudiantes interesados tendrían que cumplir con ciertos requisitos en su currículum. Escogieron a estudiantes de universidades estatales de todo el país, como la Universidad de Panamá, Universidad Tecnológica, Centros Regionales, UNACHI, y más, de carreras como biología vegetal e ingeniería forestal.
El curso duró cuatro semanas, una semana al mes, de agosto a noviembre de 2024, y contó con una sección de teoría y documentación y otra sección de giras al campo. De las 224 familias de plantas en Panamá, los instructores escogieron 50 familias y 420 especies de árboles que consideran las más comunes y esenciales para enseñar durante el curso.
Para las giras, los instructores escogieron entre áreas protegidas donde ForestGEO tiene parcelas, áreas que presentan parte de las familias, géneros y especies que estudiaron en las clases teóricas, y áreas distribuidas en diferentes zonas de vida y gradientes de precipitación, todas de fácil acceso en un bus pequeño y lo más cerca posible a ciudad de Panamá. Visitaron Gamboa y Parque Nacional San Lorenzo en la provincia de Colón, Parque Chagres en Panamá Norte, y Altos de Campana en Panamá Oeste.
“El objetivo no solo es ver la taxonomía, sino también la ecología de la especie, que es como otra fuente para entender los procesos de identificación taxonómica. Estamos tratando de inculcar esto a la gente durante el entrenamiento,” dice Aguilar.
Antes de comenzar el recorrido del sendero en Altos de Campana, un área montana baja, el grupo se detuvo en la entrada; Pérez y Aguilar hicieron un breve repaso de lo estudiado.
“Ya dijimos que hay dos grandes grupos, las plantas vasculares y las no vasculares,” dijo Pérez. “Dentro de las vasculares, hay dos grupos: angiospermas y gimnospermas. Esta es una de las pocas gimnospermas nativas de Panamá. Es un Podocarpus guatemalensis, tiene un olor a resina, las hojitas, con una sola nervadura, siempre se alternan…”
Los estudiantes observaron con detalle la hoja que sostenía Rolando y tomaron notas.
Luego de la introducción, instrucciones y advertencias, el grupo se dividió en dos. Los estudiantes que iban con Pérez se adelantaron en el sendero. El otro grupo, liderado por Aguilar, comenzaron más cerca de la entrada.
Mientras colectaba hojas para repartir entre los estudiantes para analizar, Aguilar explicó cómo selecciona las plantas: “Les muestro algunas que son bien endémicas del sitio, para que conozcan el término de endemismo, pero también selecciono algunas que sean de amplia distribución para que sepan las que hay tanto en tierras bajas de la cuenca como en áreas montañas.”
“El objetivo a primer nivel de este curso es que aprendan a ubicar las plantas por familia,” indicó Mitre mientras los estudiantes comenzaron su análisis de cada muestra. “Lo principal es reconocer la estructura por familia. No vas a pasarte todo el tiempo en el campo, porque eso cuesta. Con que se pueda agrupar por familia a la gran mayoría de las plantas, ya se hizo un gran trabajo. Y eso les ayuda a defenderse en cualquier parte del mundo.”
“Es un poco lento, porque hay que detenerse a examinar, a hacer la descripción, todos los diagnósticos, progresivamente, y especialmente con personas nuevas,” dijo Aguilar.
El grupo avanzó poco a poco por el sendero hasta encontrarse con el otro grupo. Cerca del mediodía, cuando ya era caso hora de regresar, comenzó a llover. A pesar del clima y el cansancio, los estudiantes estaban satisfechos y entusiasmados.
El curso incluyó una visita al herbario de STRI, llamado SCZ Herbarium, en el Centro de Conferencias y Biblioteca Earl S. Tupper en ciudad de Panamá. La colección del herbario contiene más de 6,000 especímenes, y es una herramienta esencial para verificar las plantas que los investigadores encuentran cada vez que salen al campo. Los técnicos de investigación del herbario de STRI Ernesto Campos y Joana Sumich también participaron del curso, el primero como instructor durante las visitas al herbario y la segunda como estudiante. Campos recientemente fue parte de la identificación de seis nuevas especies de plantas, incluyendo tres de Panamá.
“Los herbarios son una herramienta básica para todos nosotros,” Pérez dice. “A pesar de que uno tenga experiencia, se pueden pasar cosas por alto, y entonces se debe recurrir al herbario.”
Al final del curso, los participantes llenaron una encuesta anónima para dar sus opiniones del curso, lo que estuvo bien y lo qué había que mejorar para próximos cursos.
Otro objetivo de este curso es hacer una publicación formal de un manual de dendrología de campo, a partir del manual que los instructores desarrollaron para los estudiantes del curso.
“Estamos analizando si este curso puede ser parte del plan de trabajo anual de ForestGEO, depende de la demanda de participantes interesados,” revela Mitre. “Esperamos también poder abrir unos cupos para profesionales que ya ejercen sus carreras en áreas afines.”
En la planificación del curso de este año, los instructores están incorporando material de la flora de bosques secos. Entre los lugares que han escogido para las próximas giras está el Parque Natural Metropolitano, Parque Nacional Soberanía, Parque Nacional San Lorenzo, y el Monumento Natural Barro Colorado.
La convocatoria para el próximo curso se anunciará entre los meses de junio y julio de 2025, a través de las redes sociales de STRI.