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Piloto
de Drone

La vista desde lo alto
con Milton García

Junio 7, 2018

Coibita, Barro Colorado

Cuando no está manejando su bicicleta a campo traviesa, Milton García tiene gran demanda por su experiencia piloteando drones. En el último mes, monitoreó la deforestación de manglares en la costa pacífica de Panamá, mapeó una nueva estación de investigación en el Parque Nacional Coiba y rastreó árboles en flor en Isla Barro Colorado, la primera parcela en una red internacional de sitios de monitoreo forestal

Entrar en la oficina de Milton en el Centro de Investigación Earl S. Tupper del Smithsonian en Panamá es como entrar a una tienda de electrónica. Las cajas de plástico llenas de partes y artilugios ligeramente misteriosos en las repisas proporcionan las primeras pistas de que Milton es un inventor y puede arreglar casi cualquier cosa.

Milton ensambla, repara y opera el complejo equipo que utiliza el grupo del científico Klaus Winter para descubrir cómo las plantas pueden reaccionar a los futuros escenarios del calentamiento global. También trabaja con Joe Wright y Helene Muller-Landau como técnico y operador de drones, una habilidad actualmente muy en demandada tanto por biólogos como por conservacionistas.

La mayor parte de lo que ocurre en un bosque tropical está lejos de su alcance en el dosel de los altos árboles. Ingeniosos biólogos usaron aparejos de escalada, poleas e incluso grúas de construcción para acceder al dosel, pero los drones superaron todos esos métodos y son relativamente baratos.

Durante los últimos dos años, con el uso de drones, Milton ha estado realizando el estudio de la parcela de 50 hectareas de dinámica forestal de STRI en Isla Barro Colorado cada mes, lo que permite a los investigadores comparar datos tomados en el suelo con imágenes tomadas del cielo y comprender mejor cómo el bosque cambia con las estaciones y con las condiciones ambientales cambiantes.

Los satélites fotografían las copas de los árboles desde el espacio, pero un dron tiene la ventaja de volar debajo de las nubes, que a menudo bloquean la vista del paisaje. Los científicos han llegado a pagar más de $100,000 por un solo vuelo en un avión que transportaba equipos LIDAR para mapear la estructura del bosque y proporcionar imágenes espectrales. Pero un dron puede hacer el mismo, trabajo a un costo mucho menor y se puede montar con diferentes conjuntos de cámaras y sensores dependiendo del propósito del vuelo.

Recientemente, Milton viajó con Steve Paton, director del Programa de Monitoreo Físico de STRI al área de manglares de La Maestra, a unos 70 kilómetros al este de Ciudad de Panamá, gracias a una invitación de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de Panamá (SENACYT) para investigar informes de muertes a gran escala de manglares como resultado del evento El Niño 2015-2016. Su fotografía con drones proporcionó documentación de alta resolución sobre el alcance y la naturaleza de la extinción de los manglares y también reveló la deforestación de la zona.

El subdirector de STRI, Bill Wcislo, pidió a Milton que mapeara la estación de investigación más reciente del Smithsonian en Isla Coibita, localizada en el Parque Nacional Coiba de Panamá, donde nuestra camarógrafa, Ana Endara, lo entrevistó.

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