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Esperanza para
Chucunaque
Primer Jaguar en Panamá
equipado con transmisor GPS
Darién
Crédito de imágenes: Yaguará Panamá
Después de años de solo capturar jaguares en imágenes de cámaras trampa, Ricardo Moreno, investigador asociado de STRI y Explorador Emergente de la National Geographic junto a un equipo de 20 biólogos y miembros de la comunidad pudieron atrapar un jaguar y equiparlo con un transmisor que ayudará a los investigadores en la conservación de estos majestuosos gatos en la naturaleza.
Ricardo Moreno, investigador asociado en el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) y Explorador Emergente de la National Geographic, junto con científicos de la Fundación Yaguará Panamá, anunció que una jaguar llamada Chucunaque es el primer jaguar en Panamá en llevar un collar de rastreo GPS.
"Este es un momento histórico para la ciencia en Panamá", comentó Moreno. “Esta es la primera vez que logramos colocar un collar GPS en un jaguar para rastrear sus movimientos y comprender cuánto tiempo permanece en un área. Esto no solo ayudará a generar más información sobre esta especie, sino que también mejorará las estrategias para su conservación".
Después de su captura y sedación por parte de veterinarios, las mediciones indicaron que Chucunaque tiene aproximadamente 4-6 años, pesa 55 kilos (120 libras) y está en buenas condiciones físicas. Ella está cuidando a dos gatitos, de aproximadamente 9 meses de edad, que permanecieron en el área mientras los investigadores le colocaban a su madre un collar GPS y revertían los efectos de la anestesia. El collar está diseñado para caerse después de un año de monitoreo.
Los especialistas continúan monitoreando su condición para asegurar su bienestar. El equipo comenzó a obtener fotos de cámaras trampa y posiciones satelitales poco después de su liberación y también pudieron rastrearla desde el aire desde un helicóptero proporcionado por Panama Air Adventures.
Chucunaque, llamada así por el río más largo de Panamá, es de la provincia de Darién, donde, a pesar de la designación de grandes áreas como parques nacionales y reservas indígenas, el bosque tropical sigue siendo talado por su madera y para la ganadería. La mayor población de jaguares (Panthera onca) en el país vive en esta área del Corredor Biológico Mesoamericano que conecta las regiones de alta biodiversidad de América Central y del Sur. El monitoreo por GPS de jaguares adicionales y la educación ambiental en las comunidades locales es parte de una estrategia para conservar la vida silvestre de la región.
El felino más grande de América, el jaguar es una de las especies de bosques tropicales más carismáticas y el tamaño de la población de estos se considera un indicador de la salud ambiental de todo un ecosistema. Las actividades de conservación del jaguar también protegen otras especies forestales y suministros de agua.
Considerado en peligro crítico y protegido por la ley panameña, en Panamá ya se ha perdido el 40 por ciento del hábitat natural del jaguar. Principalmente por esta razón y también como resultado de la escasez de animales de presa, el conflicto entre jaguares y ganaderos, la caza ilegal y el comercio ilegal, las poblaciones de jaguares continúan disminuyendo precipitadamente. En Panamá, esta especie se considera en peligro crítico de acuerdo con la legislación nacional.
El equipo utilizará tecnología basada en satélites para rastrear sus movimientos y determinar el alcance de su hogar y el uso de su hábitat. La información sobre su ubicación dentro de un paisaje altamente modificado por la actividad humana guiará los esfuerzos de conservación en esta estrecha región que conecta América del Norte y del Sur.
"Esta tecnología nos permite localizar y proteger a Chucunaque y sus dos gatitos, y organizar actividades educativas y de otro tipo para mejorar la coexistencia de las personas con esta increíble especie", comentó Moreno.
El viceministro de medio ambiente, José Luis Acosta, enfatizó que “Panamá es vital para mantener la conectividad entre las grandes poblaciones de jaguares en el continente americano. Por lo tanto, el anuncio de hoy demuestra cómo los esfuerzos coordinados de protección ambiental por parte del gobierno, la comunidad científica local y las comunidades locales pueden resultar en contribuciones importantes para la protección de la biodiversidad en Panamá y la región.
El Proyecto, “Utilizando la tecnología para minimizar el conflicto entre seres humanos y grandes felinos en Panamá” fue financiado por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de Panamá, SENACYT con el apoyo del Ministerio de Ambiente, SENAFRONT, la Policía Ecológica, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) a través del Programa de Pequeñas Donaciones (PPD), el Instituto Médico Howard Hughes (HHMI) y el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI).
El biólogo Ricardo Moreno dirigió el equipo de más de 20 biólogos y veterinarios panameños, acompañados por residentes locales. Además, trabajaron con especialistas veterinarios latinoamericanos, especialmente Ivonne Cassaigne, y el biólogo y especialista en felinos salvajes, Antonio de la Torre de la Alianza Nacional para la conservación del jaguar en México.
Durante los últimos dos años, la Fundación Yaguará Panamá ha estado utilizando collares GPS para monitorear otras especies de gatos salvajes como ocelotes (Leopardus pardalis), pumas (Puma concolor) y pecaríes (Tayassu pecari) y coyotes (Canis latrans).