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Atrapadas
en el tiempo

Desenterrando las especies
de plantas prehistóricas de Panamá

Julio 4, 2019

Texto por Elisabeth King
Foto de portada por Christian Ziegler

Poco se sabe sobre la flora temprana del Istmo. La primera paleobotánica panameña pretende cambiar esto

Abarcando un gran abismo, el puente colgante sobre el Canal de Panamá transporta un flujo constante de tráfico de pasajeros entre la ciudad capital y las comunidades vecinas. Hacia el sur, en la desembocadura del Pacífico del Canal, se encuentran las masivas instalaciones portuarias y hacia el norte, la vía acuática serpentea a través del Corte Culebra... excavado arduamente a través de los pegajosos suelos de arcilla roja de la división continental baja.

Mientras Oris Rodríguez cruza el puente, las colinas bajas y cónicas en la distancia se transforman misteriosamente en volcanes humeantes, llevándola a imaginar cómo habría sido hace millones de años, cuando una violenta explosión envió a una nube de ardientes cenizas por el valle, quemando el bosque en su camino. Rodríguez pasó días excavando árboles fosilizados en el área debajo del puente, y sus descubrimientos le valieron un doctorado en paleontología en la Royal Holloway, University de Londres, con una beca de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de Panamá (SENACYT).

"Desde que era una niña, y vi programas de televisión de historia natural (incluidos los de dinosaurios), he estado increíblemente curiosa sobre el pasado".

Rodríguez se especializó en botánica en la Universidad de Panamá, y luego se desempeñó como asistente de campo de la intrépida botánica Alicia Ibáñez cuando describió la flora de la Isla Coiba, pero cuando se postuló a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fue para hacer una maestría estudiando hojas de fósiles de hace 50 millones de años.

¿Qué es un fósil? Técnicamente, los fósiles incluyen restos de un organismo del pasado, huellas de animales, partes de plantas y huesos atrapados en el suelo. La mayoría de los fósiles de los estudios de Oris se llaman permineralizaciones, que ocurren cuando los depósitos minerales eventualmente sustituyen al material vegetal.

"Se ha hecho tan poca paleobotánica en Panamá, que como la primera panameña estudiándola, me sentí con el deber de descubrir más sobre nuestra antigua flora". En realidad, fue el momento perfecto porque la expansión del Canal de Panamá fue una gran oportunidad para geólogos y paleontólogos. Equipos de movimiento de tierras abrieron enormes áreas nuevas para su exploración.

Oris se unió a un equipo organizado por el paleontólogo de STRI, Carlos Jaramillo, y comenzó a trabajar cerca del puente en un área de ~19 millones de años llamada Formación Cucaracha. Allí, descubrió una nueva especie en la familia Malvaceae de una planta centromaericana extinta en el Mioceno y el primer registro en Centro América de una Prioria (relacionada con lo que ahora llamamos cativo) en la familia del frijol (Leguminosae). Además, encontró una planta en el orden Malpighiales con una combinación particular de características que extiende nuestro conocimiento de este orden en el Neotrópico. Algunos de sus hallazgos indican que pudo haber intercambios de árboles entre América del Norte y del Sur incluso antes de que se formara el puente terrestre que más tarde se formó para unir a los continentes.

Y luego están los siniestros troncos carbonizados que son evidencia de una violenta erupción volcánica.

“Panamá me fascina. Todavía hay muy poca información sobre su pasado, es como un lienzo esperando a que su historia sea pintada", comentó Oris.

Su enfoque más reciente es la península de Azuero. Desde un artículo escrito en 1970, no se ha hecho paleontología hasta hace tres años. Trabajando cerca de Ocú, principalmente en granjas privadas en pastizales para ganado, ha desenterrado enormes árboles de hasta 20 metros de largo y un metro de ancho, que pueden ser una nueva especie en la misma familia que los árboles de mango.

Miguel Martínez, estudiante del Centro Universitario de Herrera en Chitré, ha estado trabajando con ella. Recientemente, encontraron un misterioso fósil vegetal. La única planta que tiene características similares hoy en día es de Indo Malasia y África.

La hermosa y colorida madera fosilizada que es encontrada en Azuero a menudo termina siendo removida y vendida por los coleccionistas. "Con la Universidad de Panamá, estamos trabajando para crear un repositorio adecuado donde podamos almacenar y catalogar las muestras".

"Realmente no sabemos la edad de estas muestras de madera. Pensamos que pueden tener alrededor de 30 millones de años. Pero estamos trabajando en un par de análisis, como el uso de circones, pequeños cristales en las rocas, para datarlos", comentó Rodríguez. "Uno de los grandes desafíos es que Panamá no tiene un mapa geológico actualizado con la resolución adecuada que necesitamos. Nadie ha hecho un nuevo mapa desde la década de 1970. Esto hace que sea realmente difícil saber qué edad tienen los fósiles, porque no se tiene información detallada sobre su contexto".

Rodríguez espera participar en la creación de ese mapa: "Me encanta ayudar a contar esta historia".

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