Joan una vez nos dijo: "Empecé a ser científica, pero no funcionó de esa manera. Después de la Segunda Guerra Mundial, muchos hombres prefirieron que sus esposas se quedaran en casa en lugar de buscar empleo. STRI me permitió ver lo que es hacer este trabajo de primera mano".

Joan viajó a la Antártida, las Islas Galápagos, Islandia y Groenlandia, las Azores e incluso a Paralelo 9 norte, una región de respiraderos hidrotermales en la Dorsal del Pacífico Oriental. Primero vino a Panamá como parte de un grupo en una gira. En una parada de charlas en el Centro Tupper, se conectó con Stanley Heckadon y su apasionada misión para ayudar a los niños en riesgo a disfrutar de la belleza del entorno costero del Caribe panameño en el Laboratorio Marino de Punta Galeta. A medida que pasaron los años, Joan se involucró más profundamente con el trabajo de STRI, y su círculo de amistades creció.

Inspirada por la necesidad de compartir la historia única del papel del Smithsonian en Panamá, pasó una de sus visitas prolongadas a Isla Barro Colorado produciendo un folleto para su 85º Aniversario, escribiendo biografías de los exploradores más conocidos de la isla y descripciones de la investigación en Progreso.

A la edad de 86 años, ella y su hija Karen Tool acompañaron al biólogo marino de STRI Héctor Guzmán en una expedición para explorar la montaña submarina Banco Hannibal localizado en el Parque Nacional Coiba en el sumergible DeepSee. Como resultado, Guzmán y su colega Odalisca Breedy nombraron una nueva especie de coral, Eugorgia siedenburgae, en su honor.

Además de aprender y participar en la investigación y difusión en STRI, también pasó tiempo con nuestros directores y sus familias y compartió momentos maravillosos como la fiesta de jubilación “Big Bet” de Ira Rubinoff y tiempos más tristes, viajando desde Nueva York a Panamá para asistir al funeral. de la investigadora de murciélagos, Elisabeth Kalko.

Joan fue el mejor tipo de apoyo que cualquier institución podría desear, genuinamente interesada tanto en nuestra ciencia como en las personas que la hacen posible. Durante sus años de amistad, hizo varios obsequios para el establecimiento de una fundación Joan S. Siedenburg para apoyar el trabajo de STRI. Extrañaremos a Joan y esperamos que su familia continúe sintiéndose bienvenida para visitar y celebrar su memoria.